jueves, 19 de noviembre de 2015

Salvaguardias versus acuerdo con la UE

La primera ficha de este juego de dominó comercial es el acuerdo firmado entre la Unión Europea y Colombia y Perú. La segunda pieza que se derribó fue la firma de Ecuador en el mismo pacto multipartes. Y la tercera, la que ha fallado e interrumpido la secuencia, son las salvaguardias. Lo que cuenta ahora es calcular qué se gana y qué se pierde con cada una de las dos herramientas comerciales. Desde que Ecuador impuso sobretasas comerciales para reducir la salida de divisas vía importaciones y desde que esto supuso una reducción al comercio con Colombia y Perú (294 millones menos entre los dos entre enero y agosto de 2015, respecto a 2014), los países vecinos han ido retrasando su visto bueno para que el país se adhiera al tratado comercial. Con este pacto, Ecuador conseguiría introducir en la UE el 96 % de materias primas sin aranceles y además, según la FEDEXPOR (Federación de Exportadores de Ecuador), aumentaría sus ventas hacia Europa en 500 millones de dólares. Por tanto, la balanza se inclina a priori hacia los beneficios potenciales que obtendría el país en cuanto se aplique provisionalmente el acuerdo comercial. Al menos, así lo muestran las cifras (290 millones de ahorro en importaciones desde Colombia y Perú frente a 500 millones más en exportaciones). ¿Por qué solo considerar las compras procedentes de los vecinos en esta ecuación? Porque ellos tienen la mano para que el proceso de ratificación del acuerdo siga adelante. Oficialmente, ninguno ha vinculado la demora en dar su visto bueno a la adhesión de Ecuador a las trabas comerciales que impuso el país a principios de año. Pero es un secreto a voces que los vecinos no están contentos con la medida. Expreso, Año 43 N° 15469 13 nov. 2015, p. 7

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