Mientras consumimos, se nos van las oportunidades

En el país, en las dos últimas décadas el nivel de inversión agregada empieza a acelerarse a partir del año 2002, mientras que las exportaciones representan un volumen mayor que ha venido creciendo desde 1993 hasta la fecha. Pero estas dos variables son muy inferiores a las tendencias del consumo agregado que, es a su vez, la suma de los gastos de las familias (hogares residentes) y del Gobierno. En otras palabras, durante estas dos décadas, pero muy especialmente desde el año 2007, en el país se constata el avance de un proceso consumista tanto por parte del Gobierno como de las familias, que, en buena parte, está influido por el aumento de las importaciones. De hecho, desde el año 2000 en que se adoptó la dolarización, los niveles de demanda de bienes de consumo de origen interno y de origen externo se han acelerado notablemente y tienen un nivel y tendencia superiores al de las inversiones y de las exportaciones. Al priorizar el consumo presente por sobre las posibilidades de consumo futuro, Ecuador ha desperdiciado la mayor oportunidad histórica de emprender y afianzar un modelo de desarrollo económico sostenible La Hora, Año 31 N° 11220 20 oct. 2015, p. B. 6