martes, 1 de enero de 2013

LAS PRORROGAS CONSTANTES DEL ATPDEA YA AFECTAN A TEXTILEROS

La incertidumbre sobre el periodo de vigencia de las preferencias arancelarias andinas (ATPDEA, en inglés) obligó a Produtexti a dejar de exportar a Estados Unidos en el 2008 y trajo como consecuencia la pérdida de unos 150 empleos. El ATPDEA es un beneficio otorgado unilateralmente por Estados Unidos como una compensación por la lucha antidrogas y desde su creación ha estado sujeto a constantes prórrogas. La última, una de las más cortas, rige desde el 1 de enero y vence el 15 de febrero. "Cuando usted hace un negocio para Estados Unidos, mínimo es un contrato de un año, entonces eso hace que de pronto nos quiten el ATPDEA y de allí nos toca ingresar allá con impuestos y para mi producto (el arancel) era del 19 por ciento", explicó Antonio Villagrán, gerente de Produtexti. La alternativa que tuvo que implementar Villagrán ante la decisión de dejar de exportar a Estados Unidos por la constante incertidumbre del ATPDEA fue la de diversificar su producción en el mercado local en cadenas de distribución y ventas por catálogo. Según datos del sector textil, las exportaciones beneficiadas con el ATPDEA han tenido altibajos por la inestabilidad sobre el futuro de este beneficio. Así, por ejemplo, los envíos ligados a las preferencias arancelarias cayeron entre el 2007 y el 2009, al pasar de US$ 14,30 millones a US$ 7,16 millones. Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles (AITE), mencionó que aún no observan una reacción agresiva del Gobierno para pelear por la extensión de esas preferencias y "el efecto sería que perdamos lo poco que nos está quedando, que son alrededor de US$ 8 millones de exportaciones y más de mil empleos directos". Y esa falta de claridad sobre el rumbo del ATPDEA y la ausencia de un acuerdo comercial con Estados Unidos preocupa también a otros sectores que mantienen negocios con esa nación tras acercarse el vencimiento otorgado por la legislatura norteamericana de seis semanas. El Universo, 24 ene. 2011, p. 9

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