martes, 23 de octubre de 2012

EL TURISTA DETECTA PRECIOS MAS ALTOS

El último feriado que tuvo el país por el 10 de Agosto y que permitió a los turistas desplazarse a destinos diferentes, puso en evidencia la volatilidad de los precios de los alimentos y del hospedaje en las playas. Los visitantes que acudieron a los balnearios sintieron un movimiento en las tarifas y como consecuencia de ello, algunas cámaras estudian la posibilidad de revisar los costos. La comida no es barata, reconoció Antonia Montaño, presidenta de la Cámara de Turismo de Atacames, porque existe un valor agregado en la elaboración. "El sabor es diferente, más agradable y si bien estamos con un pie en el mar, los precios del pescado (materia prima) son iguales que para Quito", dijo. Por eso, los precios no le parecen onerosos y más considerando que con esos valores los pequeños y medianos empresarios cubren sus gastos: pagan préstamos, servicios básicos, salarios, adelanto del Impuesto a la Renta, dejando un margen de utilidad del 10 por ciento. Con ese porcentaje los comerciantes y hoteleros pueden defenderse en temporada baja, en donde los precios, aseguró Montaño, no son reales porque se desploman hasta en un 50 por ciento. Isidro Loor, del departamento de Turismo del municipio de Manta, justificó el abanico de precios de esta ciudad indicando que es la cuarta más cara del país, según estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Este fenómeno tiene una explicación para Germán Rojas, ex director del INEC. Lo que ocurre en las playas se llama especulación, la cual ocurre por falta de control del Estado. Según Rojas, vigilar que no exista abuso es tarea de las comisarías y de los gobiernos locales y un primer paso para aplicar eso sería realizar un censo en las zonas turísticas; así podría determinarse cuáles pueden ser los costos reales de hospedaje y alimentación. El Universo, 27 ago. 2010, p. 8

No hay comentarios:

Publicar un comentario